La terapia musical utiliza el poder de la música relajante para fomentar la relajación y mejorar el bienestar emocional. Durante la sesión, se puede escuchar música, dependiendo de las necesidades del cliente, mientras el terapeuta sincroniza sus movimientos con el ritmo de la música, potenciando aún más los efectos relajantes. Esta técnica complementaria se adapta a cualquier persona y es especialmente recomendable para personas con síndrome de Down.

Esta terapia es altamente efectiva para mejorar el estado de ánimo, aliviar el estrés y estimular la creatividad. Ideal para aquellos que buscan un enfoque terapéutico diferente, que incluya una conexión profunda con la música, creando una experiencia única y transformadora.